jueves, 14 de enero de 2010

Comprometió.

Ella se comprometió, con un gesto mudo, a no darle más de lo que él necesitara, así el deseo no se acabaría mientras ambos respiraran.

Él se comprometió, a viva voz, a no hacer que sus lágrimas se derramaran en vano, así no terminarían viviendo sin respirar.

Ella se enterneció con la lozana mirada que él le regalaba, el amor y el odio se habían conjugado en un solo tiempo, en el de ambos, en el de ella y él, pues lo amaba por ser como era y lo odiaba por no poder pedir más… su milagro hecho carne, así lo sentía y por eso así lo deseaba.

Él la dejó pensar, sabía que detrás de esa coraza tenía mucho más, aquello que con o sin tiempo, no importaba, descubriría qué era y se lo devolvería refrescado, cálido si estuviera helado, frío si hiciera calor.

Pasó el tiempo y las promesas se cumplieron, ella seguía amándolo con todo el corazón y él había cuidado que no derramara en vano lágrimas, sin embargo cuando menos lo pensó, no creyó posible dejar de amarla cuando se dio cuenta de que aquello que escondía bajo su coraza era tan vano como aquello de lo que la cuidaba… la dejó de amar y con ello el tiempo se transformó en eso, sólo tiempo, sin falta ni sobra.

Siguen siendo amigos, aunque ella no lo aceptará nunca, aunque a él le dé lo mismo que así lo haga, son perfectos para ellos, pero lejanos entre ellos.

¿Se acabó?.. y Ojalá aquí pudiera haber un juntos o un para siempre sí.

2 comentarios:

El eco de mi voz dijo...

Amiga por qué hablas de ti en tercera persona!

Cuál es el gusto de dartelas de futbolista!?
jajajaj


TE AMO!

Brenna dijo...

jajajajajaja
y cómo sabes que soy yo?
ah ah ah.